miércoles, 17 de abril de 2013

DUREZA APARENTE













no te guies
por la fachada de dureza
pues adentro 
hay un hombre blando

se conmueve ante la tristeza
o mirada de recuerdo
de un anciano

lleva en su mano
un niño ensombrecido
que es mucho
pero mucho
lo que ha sufrido

cuyo dolor enternecido
ante los demás 
que tanto sufrieron 
no los olvida

no puede borrar 
lo que ha visto
alrededor y conmovido
llora por dentro 
muy sacudido



no te lleves 
por la caparazón
que muestra 
ya que oculta 
detrás un corazón




mira mas bien 
sus manos encallecidas
que marcan las huellas bien dolidas




es un niño triste que no olvida
el impacto violento
de su entorno


que espera angustiado el retorno
marcado por el norte de su vida
y que el resplandor del sol
y las estrellas
le renueven

las pequeñas cosas 
que conmueven
para trasladarlo a un cielo
que no olvida

12 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Lao:

Ahí estamos pintados los que ya perdimos la cuenta de los años que llevamos acuestas... Solamente nosotros sabemos lo que hemos vivido.

Un abrazo.

Cecy dijo...

Ese caparazón se forma por cada año, cada herida, cada vez que sus ojos y manos ven el sufrimiento ajeno y propio.
Sin dudas hay un niño tierno.

Un abrazo Lao.

Cecy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO CON USTED. TODO ESTÁ DENTRO.
UN ABRAZO

omar enletrasarte dijo...

la fragilidad humana, siempre está, muchas veces disimulada en una falsa fachada
.
saludos

Abuela Ciber dijo...

Precioso Lao.
cuantos signos nos regala el fisico que debemos depurar para llegar al alma de los sentires.

Cariños

Pluma Roja dijo...

Es cierto, mientras más duro el aspecto más sensible.

Me encanta este mensaje.

Saludos cariñosos Lao.

Gustavo dijo...

Hola Lao. Si. Las verdaderas cosas muchas veces están dentro. Como a veces pienso yo. La piel es solo la cacara. Lo que importa es la pulpa.
Te mando un abrazo

Ursus Polaris dijo...

Me pasé por blogger algo que no hacia tiempo que hacia.
Aprovecho para leer su última entrada, que me ha encantado, como siempre.
Le dejo un saludo fuerte Lao.

emejota dijo...

Lo tremendo es que vivimos en el cascarón de la vida y nos perdemos lo mejor de la susodicha, entre ello lo que tan bien describes, el niño o niña que vive dentro, asustado la mayor parte del tiempo. Bss.

maria cristina dijo...

Es así, Lao, la apariencia no siempre muestra la verdadera esencia, hay que mirar más allá, un abrazo!

Luis dijo...

La apariencia es toda una fachada que a veces no permite descubrir verdaderos tesoros. A veces una primera impresión es un mal consejero para juzgar y más si hablamos de personas. Abrazo